Y aquella vez fue como nunca y siempre:
vamos allí donde no espera nada
y hallamos todo lo que está esperando.

sábado, 26 de junio de 2010

que el fin del mundo te pille bailando

Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas...








te echaré tanto de menos que las manos se me duermen...

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