Asistimos hoy si vemos el telediario a un curioso
mix de noticias, unas más alentadoras que otras...
Vemos un Congreso de los Diputados que se asemeja más al patio de un colegio que a lo que, a mi juicio, debería ser la Cámara Baja de este nuestro país: tú eres tonto y feo y yo soy guapo y listo, y qué bien nos los pasamos
chinchándonos. ¿Y qué más dará que eso no le llegue a los
ciudadanos , que no les interese realmente, que sus problemas estén sumamente alejados de nuestro discurso? Lo importante es que ellos crean que velamos por ellos y que me voten en las elecciones.
Mientras tanto el Tribunal Constitucional ha decidido no suspender la nueva ley del aborto, tal como quería el
PP, y me pregunto qué piensa hacer o decir ahora mi mejor amigo
Valcárcel, presidente de esta nuestra Región de Murcia, ya que él, dueño y señor de estas tierras, está por encima del bien y del mal y se pasa las leyes por el Arco del Triunfo. Esto es democracia y olé.
Desde Cuba hasta España llegan hoy más excarcelados, pasando así de ser
secuestrados de conciencia a exiliados. Pero
las ideas no se matan, como bien dijo el fosilizado
Fidel Castro, y seguiremos pidiendo una Cuba libre que esperemos llegue más pronto que tarde, porque nada es eterno (les pese a algunos lo que les pese) y es la libertad la que guía al pueblo.
En breve veremos si Argentina concede dignidad e igualdad de derechos a las personas
homosexuales, aprobando el matrimonio entre personas del mismo sexo. Digo en breve porque ahora se está debatiendo el asunto, y ¿quienes son los que ponen pegas? pues los de siempre: la Iglesia Católica Apostólica y Romana, como siempre, tan dispuesta a los avances sociales, a su juicio apoteósicos, destructivos del hogar y de su tan amada
familia...Qué queréis que os diga, que ningún creyente se sienta ofendido, pero ya podrían dedicarse a rezar, y dejar de dar follón, que Argentina, como España, no es un estado teocrático (sin recurrir al argumento fácil de los casos de pederastia dentro de la Iglesia, que, sin duda, ayudan a los niños muchísimo y fortalecen enormemente los lazos familiares que defienden a capa y espada).
Y no me apetece despotricar más, que voy a parecer una amargada. Y nada más alejado de la realidad, más aún cuando ya veo llegando a un
pequeño con
cantimplora y mochila, que viene de excursión y va a jugar mucho...
